Historia de (mi) vida
Hoy en día aquí me siento, en mi lado de la cama matrimonial en la que duermo, vestida en mi camisón de color celeste que abraza mis curvas perfectamente, esperando a mi esposo, quien de seguro está trayendo la cena, aunque en realidad no me interesa mucho comer ahorita, prefiero hacer otras cosas con él...
¿Saben? Es curioso, he sido una mujer desde hace un poco más de 40 años, ha sido tanto tiempo para mí siendo Vanessa que casi había olvidado que alguna vez fui un hombre llamado Jeison.
Si recuerdo bien, hace 43 años mi nombre era Jeison, y tenía más o menos unos 25 años de edad, era un hombre sencillo y relajado con la vida aunque un poco inseguro, ya que algunas veces sentía como que algo me faltaba, pero no le daba mucha importancia, realmente me sentía bien con mi vida. Un día, en el primer aniversario de mi relación con mi novia, estaba manejando de camino a su casa, le había comprado flores y un pastelillo, me sentía muy feliz de haber llegado hasta ahí con ella, sin embargo, todo eso se fue al vacío cuando sentí un fuerte golpe en el auto, el cual se volcó, y recuerdo la vista de mis ojos poco a poco apagándose, hasta que dejé de sentir las cosas a mi alrededor.
Unos minutos después desperté sintiendo la fría y rugosa textura de la calle, estaba tirado en el piso, aunque recordaba claramente haberme desmayado de cabeza dentro de mi carro volcado, extraño, si me lo preguntas. Traté de moverme pero me parecía muy difícil, estaba sufriendo mucho dolor corporal, pero seguí intentándolo, y lentamente me fui moviendo, también sentía mi cuerpo un poco más ligero y pequeño, pero probablemente era algún efecto del accidente que acababa de sufrir, alerta de spoiler: no lo era...
Después de un rato de moverme a secas, logré ver mi auto, y curiosamente, mi cuerpo dentro de este, colgado de cabeza como recordaba haberme dormido, estaba tremendamente confundido, y esa confusión solamente se hizo mayor cuando unos paramédicos se acercaron a mí y me cargaron con demasiada facilidad en una camilla hasta una ambulancia, me anestesiaron, y me volví a desmayar.
Cuando desperté de nuevo, había lo que parecía ser una pareja enfrente de mí, tenían varias heridas vendadas en sus cuerpos, pero a pesar de eso, ellos sonreían mientras me veían, seguía bastante confundido, ¿quiénes eran estas personas?, ¿cómo pudieron los paramédicos cargarme tan fácilmente? Estas dudas se resolverían cuando la mujer de la pareja se me acercó y me dijo: Vanessa, ¡estás despierta!, ¿cómo te sientes?
Espera, ¿Vanessa? Me pregunté, ¿quién es Vanessa? Mi confusión solamente incrementaba con cada momento, no sabía qué estaba pasando, y para resumirlo, el accidente literalmente cambió mi vida, el accidente me hizo cambiar de cuerpo con una niña de 6 años llamada Vanessa, quien fue una de las víctimas del accidente en el que estuve, la vida me había dado otra oportunidad, y en honor a la Vanessa original, quien probablemente había muerto en mi cuerpo de Jeison, viviría su vida como si cada día fuese el último.
Después de unos meses, me había acostumbrado rápidamente a mi vida como Vanessa, me había curado de mis heridas, y había comenzado a llamar a aquella pareja del hospital como papá y mamá. De verdad estaba muy feliz, me sentía completa, me encantaba jugar con mis amigos en la escuela, y con mis juguetes en mi casa, me había convertido en una niña pequeña de verdad, y mi vida solo se volvería mejor.
Cuando llegué a la pubertad, técnicamente ya conocía los cambios que iba a sufrir en mi cuerpo, gracias a que los vi en mis compañeras de clase cuando era Jeison, sabía que mi pecho crecería, que mis caderas se ensancharían, que mis hormonas iban a despertar muy fuertemente, y lo que me daba más miedo, tendría periodos menstruales. Estos cambios en parte me emocionaban, y por otro lado me asustaban, los periodos resultarían no ser tan malos, al menos en mi caso, pero los pechos, ohh no no los pechos... Había visto en el cuerpo de mi madre que los senos grandes estaban en la familia, pero no pensé que me fueran a crecer tanto. Gracias a esto, mi posición social en la secundaria había cambiado drásticamente, ahora era la chica más linda de la clase, y todos los chicos querían estar conmigo, pero no escogía a ninguno, no porque anteriormente había sido un hombre y sería considerado gay, sino porque me atraía un chico en específico, era un chico atractivo y lindo, y tenía un gran bonus, él sí sabía dónde estaban mis ojos.
Después de enviarle varias señales, finalmente el chico de mis sueños cayó a mis pies, y me convertí en su novia, la pasábamos muy bien, me llevaba a comer sushi de vez en cuando, y me regalaba cosas muy lindas, incluso me tomó una foto que amé tanto que la tuve como foto de perfil por meses.
Mi novio me hacía muy feliz, tristemente nuestra relación acabó el día que decidí darle mi virginidad, cuando me obligó a chuparle el pene, yo quería tener sexo con él, pero no así; me enojé, me rehusé a chuparle el pene, luego él se enojó, gritamos, discutimos, peleamos, y finalmente rompimos.
Así fue mi vida por mucho tiempo, estaba sola hasta que me gustaba un chico, nos hacíamos novios, nos peleábamos, rompíamos, y el ciclo se reiniciaba. Esto me dio mucha experiencia en el amor, sí, pero también mucho dolor, lo bueno es que compensaba mis etapas de soledad con mis pasatiempos y mis estudios, y no fue hasta mi último año en la universidad que lo conocí a él, al amor de mi vida y el que en un futuro sería mi esposo, salimos por un tiempo hasta que me propuso matrimonio, nos casamos, y formamos una familia con dos lindos bebés gemelos, no me pregunten sobre el embarazo, fue una pesadilla.
Hoy estoy aquí, sentada en mi lado de la cama matrimonial en la que duermo con mi pareja, vestida con el camisón celeste que abraza mis curvas perfectamente, mi esposo se había levantado porque los bebés estaban llorando y le tocaba a él calmarlos, me dijo que traería algo de cenar para los dos, pero yo quiero hacer otras cosas con él...
Es impresionante pensar, tras 43 años de ser Vanessa, que alguna vez fui un joven hombre de 25 llamado Jeison que estaba en camino a ver a su novia...
.......
Hola! Soy Amber, qué hay? Bueno, solo quería decir que disfruté mucho hacer esta petición para mi querida Jessica! Dime qué te pareció, y perdón por tardarme tanto en hacerla, pero aquí está! Espero la disfrutes al igual que el resto de mi querido público hispanohablante.
Besos y abrazos, Amber.
Muchas gracias Amber, me gustó mucho la historia en forma de recuerdo, realmente me encantó, puedes decirme que te gustaría para una petición y la cumpliré con gusto para ti, muchas gracias ❤️
ReplyDeleteNo gracias a ti, de verdad, me siento muy feliz de que te haya gustado, es un placer para mí cumplir fantasías así. Bueno, esta es la idea: Tras un deseo mal descrito, Juan termina convirtiéndose en una chica japonesa con grandes senos que trabaja como la cajera de una tienda de electrónicos, y tiene que lidiar con los cambios que su nuevo cuerpo conlleva, disfrutando algunos de estos y odiando otros.
Delete