Hecha para servir
Jeison no se imaginaba lo que iba a pasar cuando su compañera de cuarto, Amelia, le pidió que la ayudara a limpiar el departamento. Jeison compartía piso con Amelia desde hace unas cuantas semanas, y él pensaba que solamente las mujeres debían limpiar, porque no era cosa de hombres, por lo que nunca colaboraba ni para limpiar un traste. Un día, Amelia se hartó de esto y decidió tomar cartas en el asunto, fue ahí cuando encontró en internet un hechizo que resolvería su problema...
El día que Amelia realizó el hechizo, Jeison estaba sentado en la sala, viendo la tele y tomando una cerveza, cuando su compañera de piso llegó y le pidió que le ayudara a sacudir la sala. Jeison nuevamente se rehusó y le dijo lo de siempre, que ella debía hacerlo por ser mujer, entonces ella, decepcionada, hizo un movimiento con sus dedos y los pies de Jeison se comenzaron a sentir raros, y se volvieron más pequeños y delicados, después, sus zapatos se convirtieron poco a poco en tacones negros, y entonces los pies de Jeison comenzaron a moverse involuntariamente de un lado a otro y de atrás hacia adelante, Amelia entonces volteó a ver a Jeison, y le preguntó que si ahora sí la ayudaría a limpiar, Jeison estaba en shock, y estaba preparado a decir que no y preguntarle por el estado de sus pies, pero en lugar de eso, él asintió, y se levantó a limpiar caminando perfectamente en sus nuevos tacones, tomó los utensilios de limpieza, y comenzó con la sala.
Cuando terminó de limpiar la sala, descubrió que el cambio se había esparcido y que ahora sus piernas estaban al descubierto, completamente depiladas y más tonificadas y femeninas, bajo una falda corta de color negro con acabados blancos, como si de un vestido de mucama se tratara. También se pudo dar cuenta de que arriba de sus piernas, justo en la cintura, y en la entrepierna, se sentía que algo faltaba por delante y que algo sobraba por detrás, pues en efecto, su culo había perdido todo el pelo que tenía por ser hombre, y se había llenado de grasa por dentro a tal punto que ahora tenía unas nalgotas de tamaño colosal, y se vieron todavía más grandes cuando se ensancharon sus caderas, llegando al punto de verse como una mujer de la cintura para abajo, y pues lo era, ya que su pene, del que estaba tan orgulloso por su tamaño, se había encogido e introducido dentro de su cuerpo, al igual que sus bolas, que también entrarían a su cuerpo para convertirse en ovarios, ahora ya no era un hombre biológicamente, era una mujer, pues ahora tenía una vagina.
Estos no serían los últimos cambios que Jeison sufriría, esto iba a ir más allá, y sólo estaba comenzando. Después de sus nuevos cambios, Jeison se sintió avergonzado y con lágrimas en los ojos, volteó a ver a su compañera de piso, y le preguntó qué estaba pasándole, a lo que ella le respondió que necesitaba ayuda en la casa, que era muy cansado hacerlo todo ella sola sin ayuda, y que como solo las mujeres lo podían hacer, pues él sería una. Amelia entonces procedió a ver lo que le había crecido a Jeison en la retaguardia, le levantó la falda y le dio una nalgada tremendamente fuerte, lo que detonó la siguiente parte del hechizo.
La nalgada provocó que Jeison pasara a la cocina, en donde también comenzó a limpiar, pasando por el refrigerador y el microondas, lavando los trastes para después secarlos y guardarlos en sus lugares, su cuerpo no podía parar de hacer estas acciones, pero él lo odiaba por completo, y de milagro, logró que su boca se rebelara al hechizo con mucho esfuerzo, y le gritó a Amelia: "Oye!!! Soy un hombre, no me puedes hacer esto! Yo estoy hecha para ser tu mucama y limpiar tu departamento! Espera... que?!". En efecto, Jeison creía que había logrado hablar por sí solo, pero en realidad, Amelia dejó que hablara para que se fuera acostumbrando a su nueva identidad, ¿y qué mejor manera de creerse una ilusión, que actuar como si fuera verdadera?, a esto, Amelia respondió: "Ah sí? Estás aquí para limpiar? Y para qué más me sirves?", Jeison, shockeado aún más, guardó otro plato en el anaquel, y dijo: "Yo no te sirvo para nada más que para pagar mi mitad de la renta, tu responsabilidad es vestirme como se te antoje y tocarme todo lo que quieras porque soy tu mucama putita!". Jeison rápidamente se calló, no podía creer lo que había dicho, se sentía tan incómodo y avergonzado, que sólo continuó limpiando en silencio.
Al terminar con la cocina, se dio cuenta también de los nuevos cambios, sus brazos, manos y axilas habían perdido cabello también, y se habían vuelto más pequeños y femeninos junto con sus hombros, y sus uñas de las manos ahora estaban pintadas y arregladas.
Después de esto, Jeison fue a limpiar el cuarto de Amelia, y durante su tiempo limpiando dicho cuarto, su rostro comenzó a cambiar, sus ojos se volvieron azules y claros y se volvieron más grandes, sus cejas fueron depiladas y pintadas con maquillaje, su nariz se volvió más respingada y pequeña, sus labios se inflaron y se cubrieron de lápiz labial, y la forma de su cara en general se volvió más chica y femenina, haciendo que ahora Jeison de verdad pareciera una mujer. Ahora su cabello se volvió castaño y se alargó hasta alcanzar la mitad de su espalda, en su cabeza apareció una diadema que complementaba su falda y sus tacones, y finalmente, sus cuerdas vocales mutaron de manera que su voz sería la de una mujer permanentemente.
Para este punto, Jeison, o Jessica, debido a los cambios en su cuerpo, ya se había resignado y decidió ir a limpiar el baño para finalmente terminar con su sufrimiento. Mientras limpiaba el inodoro, el lavabo de manos y la bañera, su cintura se hizo más delgada y su espalda igual, provocando ahora en su cuerpo una figura de reloj de arena y curveada que era muy atractiva a la vista, Jeison era físicamente una mujer completa, pero algo faltaba...
Muchísimas gracias por esto Amber, realmente me encantó la historia y fue un gran regalo de tu parte, yo también te quiero y pienso que eres una gran escritora, muchas gracias y cuídate mucho 💓
ReplyDeleteMuchas gracias a ti por pedírmelo, de verdad me la pasé muy bien haciendo tu petición!
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